En nuestra relación con el sector corporativo fuimos constatando la efectividad del arte como herramienta para la transformación cultural. Ya no contábamos sólo por entretener y llevar nuestro propio mensaje, sino que participábamos para apoyar los objetivos de comunicación de las organizaciones. Luego, en esa intuición que nos sigue impulsando a crecer, descubrimos la vital importancia de cuidar todo lo que sucedía antes de nuestras intervenciones (porque el contexto siempre afecta la consecución de los objetivos). Dimos nuestros primeros pasos en un acompañamiento más cercano a nuestros clientes, guiándoles en el diseño, preparación, comunicación y ejecución de sus eventos, hasta llegar a preparar a distintos líderes frente a sus propias intervenciones por medio de historias que facilitaron su desempeño. Aplicamos conceptos que pasan por la pedagogía, las artes escénicas, la comunicación social y la psicología, todo para conseguir que ideas muy complejas se pudiesen entregar de manera simple y efectiva. Para el 2013 ya habíamos intervenido distintas organizaciones en procesos de BPM, Responsabilidad Social, Inocuidad, Certificaciones; luego nos aguardarían intervenciones sobre DD. HH. Diversidad e Inclusión y hasta llegamos a la implementación de metodologías ágiles. Nos convertimos en una empresa pionera en nuestro campo y demostramos, mucho antes de haberse desarrollado una tendencia planetaria, el poder del storytelling.